Es común decir que un niño es muy creativo, que innova. Sin embargo, lo que en realidad los niños poseen es espontaneidad.
Para innovar o crear algo original, lo que se requiere en primer lugar es conocimiento previo sobre el tema en cuestión; sin estudio, análisis y observación, no se puede crear algo auténtico: lo original no puede surgir de la “nada”. Es importante señalar que en el diseño no se debe buscar la autenticidad por la autenticidad misma, pues ésta únicamente es necesaria en la medida que sea justificada por la funcionalidad o la estética.
Crear espacios auténticos, originales, innovadores… cuando el espacio lo requiere, ha sido un objetivo primordial en nuestro quehacer como interioristas.